Científicos canadienses han realizado un estudio serio sobre la relación entre la prematuridad y la salud mental. A la observación asistieron personas nacidas en el intervalo 1977-1982. Entre los voluntarios, 84 personas al nacer tenían un peso de menos de un kilogramo y 90 personas con un peso normal.
Resultó que las personas nacidas con un peso al nacer extremadamente bajo, que se convirtieron en adultos, tenían el doble de probabilidades de sufrir depresión, diversas afecciones de ansiedad y trastorno por déficit de atención. Al mismo tiempo, las primeras tres veces menos que otras estuvieron expuestas al alcoholismo y la drogadicción.
Las personas que nacieron prematuramente y cuyas madres tomaron drogas hormonales poco antes del parto, tenían un riesgo muy alto de trastornos mentales y, además, no estaban protegidas contra la adicción al alcohol y las drogas.
